El municipio de Sevilleja de la Jara esta situado en el extremo suroeste de la provincia de Toledo, dentro de la comarca de La Jara. Limita al norte con La Nava del Ricomalillo, Belvís de la Jara, Alcaudete de la Jara y Torrecilla de la Jara; al este con Robledo del Mazo y Anchuras de los Montes (Ciudad Real); al sur con Helechosa de los Montes (Badajoz) y Alía (Cáceres); y al oeste con Puerto de San Vicente, Campillo de la Jara y Aldeanueva de San Bartolomé. Ocupa 232 km2, siendo el municipio más grande de la comarca de La Jara. [El término de los Navalucillos es más grande, pero no toda su extensión se encuentra dentro de esta comarca]

La altitud media va de los 400 a los 800 metros. El pueblo de Sevilleja está a 665 m, destacan los 1279 m de la Cumbre Alta en la Sierra de Sevilleja, que es el punto más alto del municipio. La Sierra de Sevilleja pertenece a los Montes de Toledo. También destaca en esta sierra el Cerro del Torozo, que sobresale de la línea recta que forma. También dentro del municipio podemos encontrar la Sierra de Buenasbodas (La Serrezuela 1118 m) y la Sierra de Altamira (con alturas entre 852 y 654 m) que hace de frontera natural con la provincia de Cáceres. También en las proximidades de Sevilleja podemos destacar El Cabezo (784 m), más conocido por "El Cerro de los Pinos".

La Sierra de Sevilleja es parte de la frontera natural entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Entre los ríos que atraviesan el municipio podemos destacar el río Huso, y sus afluentes, el río Frío y el Arroyo de San Vicente, que terminan desembocando en el Tajo, y los ríos Fresnedoso y Estenilla que desembocan en el Estena, que a su vez desemboca en el Guadiana. Abundan los manantiales en la sierra, y las fuentes y pozos en las rañas. El clima se caracteriza por los inviernos fríos y veranos secos y muy calurosos, aunque pueden darse importantes diferencias de temperaturas entre el día y la noche. Las lluvias se dan principalmente en primavera y otoño.

En los suelos predomina la pizarra y la cuarcita que forma grandes casqueras en la sierra, destacando la llamada Casquera Redonda situada en la Sierra de Sevilleja a la altura del mismo pueblo. El paisaje es agreste y desértico, de sierra, en cuyas alturas encontramos importantes riscos de cuarzitas y llanura, con rañas y barrancos, atravesadas por arroyos y ríos que sufren grandes estiajes. El régimen de lluvias torrenciales y prolongadas sequías, con alguna nevada ocasional en invierno, da lugar a una intensa erosión, que se refleja en una vegetación, dominada por el matorral, sobre todo la jara, y multitud de plantas aromáticas, tomillo, romero, etc., también existen arbustos como la carrasca, retama, brezo, y madroño y en algunos lugares suelo aprovechable agrícolamente, sobre todo para el cultivo de cereales y olivos. Entre los árboles podemos destacar los escasos robledales, las encinas y los alcornoques. También los pinares que provienen de las repoblaciones realizadas en los años 60 y 70 del pasado siglo.

Todo este paisaje agreste permite la existencia de una gran cantidad de animales salvajes, que hacen de esta zona un paraíso para los amantes de la caza mayor y menor, con importantes cotos públicos y privados. Podemos destacar el jabalí, el corzo, el venado, conejos, liebres, perdices, codornices, etc. Hasta mediados del siglo pasado todavía se podían encontrar lobos y algún oso. Otros animales que se pueden encontrar en la zona son zorros, águilas, halcones, buitres, búhos, murciélagos, etc ...

El corcho de los alcornoques, la miel de las colmenas y los níscalos de los pinares son algunos de los principales productos naturales, todos ellos de una calidad excepcional, que se aprovechan económicamente. Una agricultura dura y de escaso rendimiento, excepto en la aceituna que da un aceite de gran calidad, y la ganadería, sobre todo de cabras y ovejas, son algunas de las actividades principales de la zona.

Hasta mediados del siglo XX se explotaban en el municipio alguna de las minas que existen en el municipio, principalmente dedicadas al plomo, antimonio, azufre y la galena argentífera, aunque existió una importante mina de oro en la Sierra de Jaeña explotada ya por los romanos. Actualmente no está en funcionamiento ninguna de ellas. En los últimos años ha empezado a aparecer el turismo rural en la zona, basándose sobre todo en la Vía Verde de la Jara, el Centro de Recuperación de Aves Rapaces y en la belleza de la Sierra de Sevilleja.

En la gastronomía del pueblo se puede destacar el pan, de corteza fuerte y miga apretada, que se cuece en horno de leña y es muy apreciado por los habitantes y visitantes asiduos de Sevilleja. Las migas, típicas de la zona, el cabrito al horno, los níscalos, en otoño, a la plancha o con patatas, son algunos de los platos más típicos. Los productos de la matanza y de la caza también son muy apreciados.